El Hobbit - Smaug el Magnífico Estatua en Miniatura
Los pedidos pendientes son productos en stock con nuestros distribuidores; los pedidos pendientes normalmente se enviarán dentro de 5 a 10 días hábiles.
Impuestos incluidos. Los gastos de envío se calculan al finalizar la compra
Criados en épocas pasadas para ser armas en la guerra por la Tierra Media, los Grandes Gusanos eran criaturas enormes y serpentinas, envueltas en pieles escamosas y poseídas de una inteligencia malvada. En su interior se combinaba la astucia de los seres pensantes y el salvajismo de las fieras.
Tenían cuernos largos, garras afiladas y fauces malvadas de innumerables dientes. Los ojos agudos y rasgados de los Dragones estaban siempre atentos, su sentido del olfato era agudo y sus largos cuerpos crecieron hasta alcanzar un tamaño sin rival para ninguna otra criatura que caminara sobre la tierra. Algunos tenían alas, capaces de surcar los cielos y viajar grandes distancias como el viento. Otros ardían con ira ardiente en su interior, escupiendo a voluntad conflagración y muerte con sus fauces abiertas. Y en algunas de esas habilidades se combinaban con efectos aterradores...
En los últimos años de la Tercera Edad sólo quedaban unos pocos, en su mayoría secuestrados en las tierras abrasadas del Brezal Marchito, muy al norte y atrapados entre los brazos espoleados de las Montañas Grises. Grande era su hambre y un ansia de violencia ardía siempre en sus vientres. Cuando el rumor de la riqueza de Erebor llegó a sus oídos, el mayor de los Dracos de Fuego que aún vivían en la Tierra Media alzó el vuelo y corrió hacia el sur. Smaug era su nombre; un enorme monstruo dorado y rojo cuya crueldad sólo era comparable a su orgullo.
Su venida fue como un huracán de fuego; las ciudades de Dale y Erebor cayeron rápidamente ante su irresistible avance; innumerables Enanos y Hombres consumidos en sus llamas, o destrozados con dientes y garras. Apenas los habitantes se habían dado cuenta de la calamidad que les sobrevenía cuando estaban muertos o desplazados. Entonces el Gran Dragón, que se hacía llamar Magnífico, se apoderó de las riquezas de la Montaña Solitaria y se instaló para yacer enroscado sobre su tesoro. A partir de entonces, Erebor se convirtió en un lugar temible, y todas las tierras circundantes quedaron áridas, reseca y saqueadas; La Desolación de Smaug.
Esculpida digitalmente con exquisito detalle por el veterano escultor de Wētā Workshop, Daniel Cockersell, Smaug el Magnífico será una impresionante adición a su colección de estatuas en miniatura de Wētā Workshop.
Este artículo es un PEDIDO ATRÁS, lo ordenaremos por usted.
Los pedidos pendientes son productos que se muestran en stock con nuestros distribuidores.
Cuando realiza un pedido en nuestro sitio web, encargaremos el producto al distribuidor.
Su artículo llegará en nuestro siguiente pedido del distribuidor dentro de los 14 días. Tenga en cuenta que a veces puede haber un retraso causado por el tránsito o los tiempos de envío del distribuidor. Tan pronto como se complete su pedido, sus artículos se le enviarán o estarán listos para ser recogidos, según el método elegido al finalizar la compra.